Columbario

El Columbario de la Parroquia Nuestra Señora de Loreto surge con una finalidad eminentemente pastoral: acoger del modo más digno y cercano las cenizas de cualquier persona que lo desee.

Se pretende facilitar un lugar sagrado –como es el templo parroquial- donde familiares y amigos oren con recogimiento y piedad, ofrezcan sufragios, etc. La comunidad parroquial se unirá a esas oraciones con celebraciones eucarísticas y responsos por los que aquí esperan la resurrección de sus cuerpos.

La doctrina de la Iglesia aconseja vivamente que se conserve la costumbre de sepultar los cadáveres de los difuntos.

Los Pastores consideran, que donde se ha introducido la práctica de la cremación, se disponga de lugares en lo que se conserven con piedad las cenizas de sus cuerpos; también para que no se den otras soluciones (esparcir cenizas, conservarlas en las casas o darles otros usos), menos respetuosas con la dignidad del difunto y con la fe en la vida eterna.

En un Columbario – ubicado además en el entorno de un templo- se continúa la tradición de la Iglesia de depositar los restos mortales en lugares sacros. Se significa así la espera de la Resurrección de los cuerpos, a la vez que se facilita a los fieles vivir la comunión de los santos, rezando por los difuntos y acudiendo a su intercesión.